jueves, 22 de abril de 2010

Efecto dominó

Son las 7:16 de la tarde.

- "Buenas noches damas y caballeros. Estamos recolectando dinero para la compra de material de salvamento...Si alguien gusta ayudarnos..."

Rasgos nativos mexicanos, género masculino, uniformado... sus ojos viajan en la nada mientras extiende el casco de salvamento ante imasibles miradas de pasajeros.
Recuerdo que puedo dar 50 centavos (no más; es tiempo de bolsillos desnutridos desde que dejé de trabajar)

- "gracias"

Al lado un pasajero llama al hombre, dá unas monedas más ¿Efecto dominó? Mmm... lo pondré en etapa de prueba.



domingo, 7 de febrero de 2010

Lo cierto es que no existe el amor perfecto

Lo cierto es que no existe el amor perfecto.

Muchas veces - especialmente las mujeres. Y esto no es un comentario machista, es cuestión de naturaleza1 - desde pequeños nos hacemos la idea del príncipe y la princesa. Del príncipe: salvador, gallardo, noble, elevado hasta el cielo; casi un Dios. La princesa; delicada, buena, candorosa; alguien para proteger del dragón. Y cuando ambos seres se encuentran el amor surge mágicamente, el tiempo se detiene.

Sin embargo, esto solo pasa en los cuentos de hadas -como muchos han dicho ya. El enamoramiento (o primera ilusión) es lo más parecido al cuento de hadas; el mundo se pinta de rosa. Luego uno va conociendo más a su príncipe/princesa; y resulta que la princesa no es tan débil y que el príncipe no es tan noble. El mundo ahora es gris. Mejor buscar en otro reino.

Unos pocos sobreviven a la primera desilusión, otros, aún en menor número, a la segunda. La princesa ha aceptado que “su”2 príncipe sea a veces cobarde, que ronque por las noches y que no sea tan bueno en la cama; por cada día que pasa, el príncipe baja un escalón al mundo terrenal, donde nadie es perfecto, pero donde existe el verdadero amor. Lo mismo pasa con la princesa.

Entonces uno se pregunta qué es el amor. ¿Será acaso esa emoción incontenible que sentimos al romper la barrera que separa a dos seres3? ¿O es mas bien el continuo descender escalones juntos? Entender que la perfección del amor no es más que un mito no es cosa sencilla, pero da una sensación de libertad y autoconocimiento a través del universo y del ser amado –o viceversa. La perfección en él (amor) no existe, el dolor no se va, las penas no desaparecen; pero los humanos están juntos para apoyarse uno al otro. Ya no son dioses, pero -al fin- se aman.

1. La naturaleza del hombre y la mujer no son las mismas, ambas están al mismo nivel pero no producen el mismo tipo de energía ni las mismas reacciones en los demás seres.

2. Las comillas las puse en el “su” por razones que explicaré más adelante.

3. (Triste) parafraseo de El arte de amar de Erich Fromm.

Anécdota de la nota: Una de mis mejores amigas llora como Magdalena mientras escribo la primera entrada.